Jumana Emil Abboud. Vídeos

 

Smuggling Lemons
(Contrabando de limones)
Video monocanal, 2006
 
 
 
“Quiero pasar limones de contrabando de Jerusalén y Ramala. Eso es todo. En realidad todo un limonero, pero como no puedo llevar un árbol entero en m bolsa, llevaré sólo los limones. Smuggling Lemons es un proyecto con diversos componentes: una obra de vídeo, una instalación con los limones pasados de contrabando y una acción que implica un puesto de limones y que tendrá lugar al final del proyecto con el fin de eliminar toda evidencia de la operación de contrabando. Se puede ver el escenario en que un individuo vuelve a encontrar el limonero en el mismo jardín en que antes estuvo la casa que perdió. Podría pensar ingenuamente que la pérdida de su casa se debió a una desorientación geográfica, a o un error cometido al diseñar un mapa. Imagina que un día te despiertas y te encuentras separado tanto de tu casa como de tu jardín, o descubres que tu casa ha sido cercenada de tu jardín. Te gustaría mucho calmar tu sed con un vaso de limonada fría. Pero sucede que la única manera de hacerlo es robando limones de un árbol (en la otra parte) mediante una precaria operación de contrabando.
El proyecto incluye el diseño de un cinturón especial para poder llevar los limones con el fin de facilitar su transporte. Habrá ocasiones, sin embargo, en las que no seré capaz de usar el cinturón (durante los controles fronterizos, por ejemplo, en los que el cinturón se podría parecer sospechosamente a un cinturón explosivo); en tales circunstancias, los limones serán llevados a mano, colocados en un bolso, bajo el brazo, dentro de la boca o en un bolsillo…
Haré el viaje de Jerusalén a Ramala varias veces, llevando un lote de limones cada vez.
Nunca se sabe la ruta que habrá que tomar, la situación en la frontera o la posibilidad de cruzar los “checkpoints”; de ahí saldrá la documentación visual del viaje. Viajaré por el paisaje, llevando los limones en la mano o alrededor de mi cintura como si llevara a mi hija recién nacida, llamaré su atención hacia el paisaje en todo su esplendor, le señalaré mis lugares favoritos y, al llegar, la meceré suavemente para decirle: “Mira, estamos en casa”.
Una vez que haya pasado una cantidad suficiente de limones de contrabando, organizaré una especie de celebración en la cual intentaré disponer todos los limones, haré una limonada y a continuación venderé el zumo. La limonada será muy barata, con el fin de animar al consumo de todos los limones y de ese modo erradicar, o al menos cuestionar, la idea misma de la existencia del limonero. Los limones son como joyas. Representan la salud y la gloria de la tierra, una enciclopedia histórica y personal de nuestro bagaje cultural. Simbolizan herencia, memoria y anhelo, identidad nacional y actos individuales de “heroísmo” (o de la ilusión del mismo), destrucción y pérdida, traición y abandono; y al mismo tiempo, los limones podrían simplemente facilitar un procedimiento ritual que implica la preparación de un vaso de limonada fresca.”
 
 
 
 
Traducción de los subtítulos:
 
“¡Qué Dios esté contigo Abu Ramzy!”
“Séis kilos de pepino por diez”
“¿Cuanto cuesta? Un shekel, me quiero ir a casa, si Dios quiere.”
“¡Se lo quitaré enseguida!”
“Quizás durante las vacaciones te visite.”
“Sí, ven.”
“Oye... ¿sabes dónde está la antigua tienda de Herbawy?”
“Uvas, uvas”
“Tengo un dolor muy fuerte.”
“Lo dejé pasar durante año y medio, pero ahora se ha vuelto más grave.”
“Imagina.”
“Podría esperar un año o así y entonces sacarme todos los dientes
y simplemente reemplazarlos todos por unos postizos.”
“Los limones están atascados.”
“Y la maleta está atascada.”

 

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